31 de julho de 2014

Dibújame un cordero – 70 años del último vuelo

Saint-Exupéry na cabine de seu avião. Imagem do Google

Dibújame un cordero – 70 años del último vuelo

José Maria del Rey


Para marcar a passagem, no dia de hoje, dos 70 anos do desaparecimento de Saint-Exupéry, republicamos artigo do dr del Rey.

"El 31 de julio de 1944 el avión que pilotaba Antoine de Saint-Exupéry cayó a las aguas del Mediterráneo cerca de las costas de Francia. Sus restos mortales nunca aparecieron. “Pero sé que verdaderamente volvió a su planeta, pues, al nacer el día, no encontré su cuerpo” (El Principito, New York, 1943).

Había nacido en Lyon el 29 de junio de 1900. Su padre era vizconde y ejecutivo de una compañía de seguros. Su madre tenía gran sensibilidad para las cosas de las artes. Cuando sólo tenía cuatro años Antoine perdió a su padre.

Como veinteañero entró al servicio militar y tiempo después se hizo piloto. Desde 1926 voló los aviones de la Aeropostale entre localidades de Francia y el Norte de África.

Su actividad fue decisiva para el establecimiento del servicio aéreo de correspondencia entre América del Sur y Francia. Desde la Patagonia, pasando por Buenos Aires, Montevideo, Pelotas y otras ciudades de Brasil pegaba el salto para seguir hasta los aeródromos de Francia.

En 1931, en Buenos Aires, casó con la salvadoreña Consuelo Suncín (25), que venía de enviudar de dos matrimonios. Es la dama que inspira los comentarios sobre “la rosa”, un enigma interesante que habita entre las páginas de El Principito.

Cuando llega la Segunda Guerra Mundial (1939-1944) Antoine entra en la aviación militar francesa. Durante un vuelo de reconocimiento – en preparación del desembarco de los Aliados en Provenza – su avión desapareció. Se pensó que había caído en el mar Mediterráneo, aunque en aquellos días de finales de la guerra el hecho no pudo ser aclarado.

En 1998, a más de medio siglo de su desaparición, un pescador francés mostró una pulsera que dijo haber encontrado en la orilla del Mediterráneo cerca de Marsella: tenía grabado el nombre Antoine de Saint-Exupéry.

O pescador Jean-Claude Bianco achou a pulseira
Imagem do Google
Pero la gente no quedó convencida de la autenticidad del hallazgo. Las autoridades francesas, sin embargo, intensificaron la búsqueda en el probable lugar del accidente. Cinco años después del asunto de la pulsera, localizaron y extrajeron del mar los restos de un avión militar que se identificó, sin duda, como el de Saint-Exupéry. Habían pasado más de sesenta años de su desaparición.

Ahora quedaba claro que la aeronave había sido abatida en una acción de guerra y que su piloto murió como un héroe. Seguía sin saberse el nombre del piloto que había derribado el avión francés. Tampoco se encontraron rastros del cuerpo de Saint-Exupéry.

El misterio de la caída del avión se mantuvo hasta marzo de 2008, cuando un piloto militar alemán – que había sido apasionado lector de los libros de Saint-Exupéry – reveló que había sido quien disparó contra el avión francés y lo abatió. El 31 de julio de 1944 no sabía que estaba acabando con la vida del escritor que admiraba. Pero desde que lo supo, guardó esos dolorosos recuerdos hasta que, ya cerca de su muerte, decidió confesar su desgraciada intervención en aquel hecho.

Pero los restos mortales de Antoine de Saint-Exupéry nunca aparecieron.

La leyenda cuenta que ese destino estaba anunciado en los últimos párrafos de “El Principito” publicado un año antes de su muerte."
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José María del Rey Morató
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José María del Rey Morató nació en Montevideo (1940). Se formó en el Colegio y Liceo del Sagrado Corazón (Compañía de Jesús). Es Abogado. Publicó varios libros de Derecho y Ciencias Sociales desde 1976. Reside en Atlántida. Le gusta pintar al óleo cuadros de paisajes. Se dedica a escribir cuentos y publicó Llevo cuentos (2007), Vidas y leyendas en la costa del Queguay (2008) y La valija (2010). Sus relatos han sido distinguidos en certámenes de Argentina, Bolivia y Uruguay.
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2 comentários:

Anônimo disse...

Vazamigo


Hoje não comento, só informo: já tenho que me publique o livro de crónicas: a Chiado Editora. E no Brasil vai vendê-lo a Saraiva Espero publicidade quando ele sair...

Abç

Alfabeto à Parte disse...

Hummmm
Interessante!
Grazie.