Os Limites do Impossível – os contos Gardelianos
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El correo trajo a mi casa, hace dos o tres meses, esta obra escrita por Aldyr Garcia Schlee (Porto Alegre, Ardotempo, 2009). No había tenido tiempo, hasta ahora, para entrar a sus páginas.
Por otro lado supe que el autor, cuando tenía diecisiete años, ganó un concurso: desde entonces la selección de fútbol de Brasil viste la camiseta “canarinho” diseñada por Aldyr.
El dr. Garcia Schlee escribió “El día que el Papa fue a Melo” y presentó el libro en Montevideo en 1991. Sobre la idea de ese libro se hizo, años más tarde, la película “El baño del Papa”, que ganó varios premios y gusta mucho al público uruguayo.
Garcia Schlee es un hombre de la frontera de los pagos cercanos al río Yaguarón. Cultiva, con tesón y de varios modos, un fuerte cariño por el pueblo de Uruguay.
Y ahora tengo ante mis ojos este nuevo libro suyo en donde cuenta, por las voces de varias mujeres, del nacimiento de Carlos Gardel en Tacuarembó, Uruguay.
Creo que Gardel debe haber sonreído después de haber leído la última frase de Aldyr: “cada vez canta melhor”.
También puede haber pensado: “otra vez con la historia de siempre”. Porque Gardel nunca entendió que la gente siguiera hablando de estas cosas: en qué país nació y quiénes fueron sus padres. Son cosas privadas, siempre sufrió mucho, nunca pudo arreglar esas cosas, no le gusta hablar de ellas; pasó tanto tiempo...
Siempre tuvo claro que alcanzó el éxito en esa gran caja de resonancia que es Buenos Aires.
Recordó que todos sus documentos – expedidos por autoridades de distintos países – decían, unánimemente, que había nacido en Tacuarembó, Uruguay.
Pero nunca se le había ocurrido pensar que un escritor fuera capaz de reunir a doce mujeres que vivieron por allá lejos, en aquellos años de la década de 1880, y consiguiera que ahora le contaran cosas… En esos cuentos Gardel oye, de nuevo, sonar los nombres familiares: don Carlos, el Tano, Juana, Clara…
Sí, ya se sabe: “Os limites do impossível” es un libro de cuentos. Dice cosas imaginadas o inventadas por Aldyr. No habría de qué preocuparse.
Pero qué otra versión sobre un nacimiento puede superar a la de la mujer, a la de las mujeres, estas mujeres, estas doce mujeres que sabían mucho de aquellas historias.
Carlos Gardel cerró el libro y dijo en voz alta: “El dr. Aldyr pasó los límites de lo imposible dos veces: hacia afuera y hacia adentro. Estas cosas que inventó – que imagina que las mujeres le contaron – son las mismas que dicen los documentos”.
¿No halla?
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José Maria del Rey Morató
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